5.6.15

#Viernesdecuento: La luciérnaga y la serpiente

Primer viernes del mes de Junio. Viernes de mucho calor por mi tierra y viernes de cuento en el blog. El cuento de hoy es corto, pero con mucho significado detrás. Espero que te guste.


La luciérnaga y la serpiente

"Cuenta la Leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una Luciérnaga; esta huía rápido con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.

Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada.....En el tercer día, ya sin fuerzas la Luciérnaga paro y dijo a la serpiente:

-¿Puedo hacerte tres preguntas?

-No acostumbro dar ese privilegio a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar...

-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?

-No, contestó la serpiente.

-¿Yo te hice algún mal?

-No, volvió a responder.

-Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?

-¡Porque no soporto verte brillar!"


El término "envidia" entraña de por sí una connotación negativa. Culturalmente siempre ha sido así. Tener envidia es malo. ¿Es esto verdad? Tener envidia no es en sí malo, aunque sí puede ser desagradable en quién la experimenta. Tan solo es una emoción que nos advierte que deseamos algo que tiene otra persona y nosotros no tenemos. Lo verdaderamente negativo es la forma en la que reaccionamos al tener envidia. Cuando reaccionamos ante esa emoción castigando al otro, rechazándolo, burlándonos o apartándolo, lo único que conseguimos son más emociones desagradables tanto en uno mismo como en la otra persona. Lo saludable sería reaccionar ante la envidia analizando cuál es la carencia que yo tengo y qué puedo hacer para conseguir lo que deseo. O bien, a veces, hay que aceptar las limitaciones que se tienen y poner el punto de referencia para seguir hacia adelante en las cosas que sí tenemos. Todos tenemos cosas maravillosas, pero nos empeñamos en mirar las cosas maravillosas de los demás y obviar las nuestras. La serpiente a lo mejor nunca podrá brillar como la luciérnaga, igual que la luciérnaga nunca tendrá una piel tan tersa y suave como la de la serpiente. Pero si la serpiente dejara que la luciérnaga se le posara un ratito encima, ambas podrían disfrutar de sus virtudes: la serpiente de una bonita luz y la luciérnaga de una piel suave. ¿Te ves reflejado/a?

Buen fin de semana ;)

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