18.3.15

#Stop Deberes Escolares

Foto de Anna gutermuch vía Flickr
La semana pasada las redes sociales volvieron a echar humo con un nuevo tema a debatir: un padre se ha cansado de pasar las tardes haciendo deberes con sus hijos y ha interpuesto un Recurso al Ministerio de Educación denunciando que la cantidad de deberes que exige el colegio le impide pasar tiempo con sus hijos. La Confederación Española de Padres y Madres de alumnos se ha unido a esta denuncia.
Numerosos blogs y webs están publicando artículos solidarizándose con la causa y mostrando su opinión, como es el caso de Maternidad Continnum y que leyendo su entrada, me he animado a dar mi opinión al respecto.

  Situación actual con respecto a los deberes.

El tema de los deberes y la situación a la que hemos llegado en España es cuanto menos alarmante. Somos el 5º país con más carga de deberes para los niños, pero sorprendentemente también vamos en a la cabeza en fracaso escolar. ¿Soy yo o algo no concuerda? Si los deberes se mandan para que los niños adquieran cuanto antes el "santo" hábito del estudio, para que refuercen conocimientos, para sembran en ellos la semilla del esfuerzo y se conviertan en grandes estudiantes y profesionales, ¿cómo es que hay tanto fracaso escolar? ¿No será que el método empleado está fallando? ¿No será que algo no estamos haciendo bien? Por suerte, son muchos los profesionales (aunque aún una minoría muy pequeña) los que están despertando y haciendo pequeños-grandes cambios (Un OLE por ellos), pero aún queda mucho trabajo por hacer.

Situación con la que me encuentro diariamente.

Por mi parte, os cuento cuál es la situación habitual que vivo diariamente. Para contextualizar, trabajo con niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad). Además, muchos de estos niños también tienen Dislexia u otras dificultades de aprendizaje y se les hace todavía más cuesta arriba el tema de los deberes.  La situación ya es complicada para los niños sin dificultades de aprendizaje, pero para los niños con dificultades la situación se hace insostenible.
  • Cada día, me encuentro con niños que tienen que pasar la mayor parte de la tarde haciendo deberes de varias asignaturas, además de estudiar, leer y hacer trabajos (El tema de los trabajos es otro tema del que se puede hablar largo y tendido y que un día abordaré). Partimos de que esos niños vienen ya de una jornada escolar en torno a las 6 horas y llegar a casa y que te queden aún 4 horas más es desesperanzador para ellos.
  • Me encuentro con padres agotados que, tras su jornada laboral, tienen que estar toda la tarde al lado de sus hijos ayudando con los deberes, ayudando a estudiar, haciendo esquemas, cuadros resumen, corrigiendo ejercicios, explicando lo que no han entendido en clase (que es prácticamente todo), luchando con los niños porque éstos no tienen más gana de hacer deberes, porque están agotados y están desanimados. Padres que además de sus trabajos, son también profesores por las tardes.
  • Me encuentro relaciones padre-madre-hijo/a deterioradas, porque los padres desempeñan un rol que no les corresponde. Hacen el rol de profesores y eso deteriora su relación emocional de padre/madre, convirtiendo las tardes de deberes en campos de batalla donde predomina la irritación, la frustración y los enfados. 
  • Me encuentro con niños de 8-9 años que terminan sus deberes a 11 de la noche porque no les da tiempo en toda la tarde, bien porque han estado toda la tarde trabajando en los deberes, o porque han pasado 2 horas en una actividad extraescolar o en un cumpleaños.
  • Me encuentro con niños que para divertirse y disfrutar de la vida deben esperar al fin de semana o a los períodos de vacaciones. Esto claramente va en contra del Artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño : "El niño tiene derecho al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes."
  • Me encuentro con niños tristes, sin esa "chispa de niños". Esto, de todo, es lo que más me entristece.
  • Me encuentro con niños sin creatividad, sin saber jugar a juegos de mesa, sin saber hacer un avión o un barco de papel, sin saber jugar las cartas...
  • Me encuentro niños con una autoestima por los suelos, que no se creen capaces de hacer nada, que dudan y te miran para que le des tu aprobación a cada trazo que hacen en el papel. 
  • Me encuentro con padres que se están dejando un dineral en profesores particulares, porque es o eso o el deterioro de la relación emocional con sus hijos.
  • Me encuentro con adolescentes asqueados del colegio/instituto, con una actitud negativa e incluso violenta, propiciada, entre otros factores, por la gran exigencia durante toda su niñez. 
  • Me encuentro niños de infantil a los que ya les mandan deberes y pasan gran parte de la tarde haciéndolos. 
  • Me encuentro con niños con agenda (¿cúando se ha visto eso?
  • En resumen, me encuentro un panorama del que creo que no va a salir nada bueno. 

 ¿Cómo eran las tardes en la infancia hace no tantos años?

 Señores, ¿qué está pasando? Yo quiero preguntar a docentes y ministros: ¿Cómo eran sus infancias? ¿Y las de los médicos, enfermeros, arquitectos, policías...y demás profesionales actuales?
Porque yo recuerdo claramente la mía: salía del colegio y me ponía a jugar. Hacía deberes, sí, pero en cursos avanzados de primaria.  Y si algún día se me hacían las 11 de la noche haciendo deberes era porque me había pasado toda la tarde jugando e ideando mil fantasías. Muchas tardes me iba con mi amiga Marta a su casa, o ella venía a la mía, y hacíamos los deberes en 1 hora como mucho y nos tirábamos toda la tarde jugando. Mis padres nunca se han puesto conmigo a hacer deberes ni a estudiar ¡Cómo se iban a poner, si llevaban un restaurante a sus espaldas! Pero los de mis amigas tampoco, siendo sus madres amas de casa. Lo que no sé es cómo narices, con tan poca disciplina que llevé en mi infancia, pude terminar carrera, máster, y me pueden quedar ganas de seguir haciendo cursos, leer libros y más libros y seguir formándome para ser cada día mejor profesional. ¡Anda! Casualmente son los resultados que nuestros gobernantes y profesores quieren conseguir a consta de ASFIXIAR con tantos deberes, trabajos y contenidos a estudiar. 

Llegados a este punto, mi reflexión de cómo debería abordarse el tema. 
  • Debería ser en el colegio y sólo en el colegio donde se deben enseñar, reforzar y hacer que los niños aprendan los contenidos que se crean oportunos. Y en casa simplemente los niños dediquen el tiempo a jugar y aprender jugando. En cursos avanzados, como puede ser la ESO o Bachillerato, los deberes pueden ser, por ejemplo, hacer esquemas, resúmenes...para constatar que se ha trabajado (en cursos más avanzados). 
  • Si falta tiempo para que los niños aprendan los contenidos en las horas escolares, lo mismo habría que plantearse que los contenidos son excesivos y habría que reducirlos a los verdaderamente importantes. Como dice Jose Ramón Gamo en una entrevista hace unas semanas en el Semanal, En la educación de nuestro país "se aplica un método que nace en la Revolución Francesa, donde los maestros vuelcan datos, y los niños están con una posición pasiva. Es lo que llamamos una 'educación bulímica'. Hacemos que los niños traguen datos que luego vomitan en los exámenes. En una clase de primaria, el profesor pasa el 50 por ciento del tiempo volcando datos; en secundaria, el 60; y en bachillerato, el 90"  Son datos que se olvidan con el paso de los años, siendo optimistas, porque la mayoría de las veces se pierden pasados unos días. ¿Entonces para qué?
  • Los profesores deben ejercer de profesores y los padres de padres. Así, si un niño no sabe sumar, no es responsabilidad del padre, sino del profesor, que debería ver por qué ese alumno no lo ha aprendido y buscar la forma de llegar a él. A cada niño le funciona un método y es tarea del profesor buscarlo, pues es él el profesional de la enseñanza y el aprendizaje. Tener tantos alumnos por clase no ayuda, lo sé. En ese aspecto también debemos trabajar para que las cosas mejoren.
  • Los profesores deberían investigar y buscar y compartir con las familias recursos en la web, juegos, experimentos...para que los niños jueguen y se diviertan en casa mientras aprenden y refuerzan.  
  • Y lo más importante: respetar el proceso madurativo del niño y no forzar el aprendizaje cuando aún no están preparados para ello. 
Por fortuna, cada vez hay más profesores que están cambiando cosas y gracias a sus cambios están haciendo niños más felices, más sanos emocionalmente y con ganas de aprender.

¿Tú también crees que hace falta un cambio?

  • Firma la petición al Ministro de Educación para racionalizar los deberes escolares. Aunque no sé cuánto de efectivo será, porque para firmar no se pide el DNI, pero seguro que algo ayuda.
  • Usa el hastag #StopDeberesEscolares en las redes sociales y ayúdanos a difundir nuestro mensaje
  • Si tienes un blog escribe sobre este tema y usa el hastag #StopDeberesEscolares
Y tú, ¿qué opinas del tema? 

Un abrazo.




10 comentarios:

  1. gracias por tu post, es un consuelo ver que poco a poco la gente se conciencia.

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  2. Apoyo esta iniciativa porque la comparto totalmente y estoy procurando que esto llegue a la mayor gente posible mediante las redes sociales, en donde me estoy dando cuenta de que la mayoría esta totalmente de acuerdo y quieren que se produzca un cambio ya. Nos hemos acostumbrado a esta situación y no nos hemos dado cuenta de lo que pasaba, lo han ido colando poco a poco. Pero debemos abrir los ojos y conseguir que nos escuchen, ya que es nuestro derecho elegir el sistema educativo que se le debe impartir a nuestros hijos, y esta claro que este no es el adecuado.

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  3. Soy profesor de geografía e historia en secundaria desde hace veinte años y, la verdad, nunca me ha gustado mandar deberes para casa a mis alumnos. Creo que en el tiempo de clase hay ocasiones suficientes tanto para leer como para atender, escuchar, copiar y hacer ejercicios sin necesidad de mandarlos para casa. Es una cuestión de motivación: si sabes "enganchar" al alumno incidiendo en sus intereses (que no se limitan a la "play", el ordenador y el móvil), en su curiosidad (que aunque parezca mentira, la tienen y mucha) y en su confianza, los deberes pueden reducirse a la mínima expresión: una vez por semana un par de ejercicios en el cuaderno y basta. El resto, en clase que para eso se pegan 6 horas diarias atendiendo (o intentándolo) a seis adultos que les cuentan cosas que muchas veces no les interesan...

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    1. Ay Herodoto, qué grande! qué gusto da leer comentarios como el tuyo. Ojalá hubieran más profesores así.

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  4. (Lo de vestirse de monje benedictino para hablar de los monasterios en la Edad Media o explicar los jeroglíficos egipcios llevando a clase una réplica exacta a escala de la Piedra de Rosetta es ya otra historia. Es que también estoy un poco grillao, pero eso es bueno ;) )

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    1. Sí los profesores estuvieran más grillados, engancharían a los alumnos! lo que tienes es una creatividad desbordante que transmitiras a los chavales. Seguro que eres de esos profesores que nadie olvida. Chapó!

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  5. Estoy agotada, madre separada d dos hijas(9&6 años) obkigada a reducir jornada pq carezco d ayuda d otras personas,salgo del trabajo a las 15,30 recojo a las niñas del cole, llego a casa a las 4 y pico almuerzo, preparo merienda y empiezan los deberes.
    Terminamos deberes, baño, cena y a la cama.
    Al dia siguiente a las 7 en pie.
    Esa son nuestras vidas.

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    1. Es el pan nuestro de cada día en muchas familias. Un horror

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  6. Estoy agotada, madre separada d dos hijas(9&6 años) obkigada a reducir jornada pq carezco d ayuda d otras personas,salgo del trabajo a las 15,30 recojo a las niñas del cole, llego a casa a las 4 y pico almuerzo, preparo merienda y empiezan los deberes.
    Terminamos deberes, baño, cena y a la cama.
    Al dia siguiente a las 7 en pie.
    Esa son nuestras vidas.

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  7. Maravilloso. Gracias

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